Seamos o no aficionados a la relojería, todos sabemos lo que significa para esta industria el nombre de Seiko, tal vez una de las marcas más prolíficas en la historia y sin duda una de las más conocidas. Lo que no podemos ocultar es que esta firma japonesa ha generado tan vasta cantidad de piezas, que en ocasiones no apreciamos su excelente catálogo; es tan grande su oferta, tanto de piezas económicas como de alta relojería, que muchas de sus magníficas ejecuciones pasan desapercibidas.

Desde hace más de 57 años Seiko posee una submarca llamada Grand Seiko, que, en medio de este océano de modelos, ha destacado por su artesanía y diseño. Este 2017, en el escaparate relojero más importante del mundo, Baselworld, Seiko decidió proyectar a Grand Seiko como una marca “autónoma”, con el fin de que comience a florecer en el mercado de la alta relojería, donde debe de estar y donde consideramos que puede destacar.

A veces nos encandila lo clasificado como swiss made. Los puristas piensan que únicamente lo hecho en Suiza tiene valía y real tradición, sin embargo, la historia relojera ha echado firmes raíces y ha evolucionado en otras naciones como Alemania, Italia o Japón, por mencionar algunas. Es en este último es donde Seiko ha desarrollado y perfeccionado su manera de hacer relojes, gracias a su dominio tecnológico y herencia artesanal, preservada desde 1881.

La premisa inicial del modelo Grand Seiko fue la de crear un reloj “ideal”: preciso, duradero y bello. Son justamente esas características que desde la década de los sesenta han conseguido plasmar en sus relojes. En este 2017 planean comunicar al mundo su nueva postura, una más definida filosofía, y lo harán separados de su creador Seiko.

En Baselworld pudimos platicar con Mitsuru Suda, presidente para América Látina de Seiko, y nos expresó la necesidad de que la gente conozca y aprecie el trabajo con el que se manufactura un Grand Seiko. Detrás de esa carátula con look estilizado, clásico y vintage, hay avances tecnológicos y procesos de manufactura sin igual. Detrás de Grand Seiko hay manos con experiencia artesanal invaluable, control de calidad estricto, líneas de trabajo perfectamente organizadas, además tecnología de punta al servicio de una micromáquina hiperprecisa.

 

A lo largo de los años podemos distinguir 3 distintos modelos dentro de la gama de Grand Seiko, los de cuarzo, mecánicos y los revolucionarios spring drive.

Cuarzo

Desde su creación los movimientos de cuarzo Grand Seiko han sido muy precisos. El calibre 9F sólo se desfasaba 10 segundos en año, mientras sus competidores en ese momento variaban 15 segundos por mes.

Mecánicos

Sus creaciones mecánicas, como el original Grand Seiko de 1960, calibre 3180, fue el primer reloj japonés distinguido por el COSC (Bureaux Officiels de Contrôle de la Marche des Montres), y tenía una reserva de marcha de 45 horas.

Spring drive

Los modelos spring drive han sido aclamados por los coleccionistas de la marca, pues combinan la belleza de un movimiento mecánico con la precisión del cuarzo. Para lograr esto, en resumida explicación, el escape del mecanismo de cuerda es sustituido por un elemento llamado tri-synchro regulator, constituido por un oscilador de cuarzo, un circuito integrado que calcula el tiempo y un volante que se conecta al engranaje normal.

Grand Seiko es un ejemplar digno de la honorable y trabajadora cultura japonesa, y ahora tiene rienda suelta para crecer por sí misma. Esperamos con brazos abiertos y mucho interés sus nuevas entregas en el mercado mexicano.

¿Quieres conocer más sobre Grand Seiko?, visita www.grand-seiko.com.

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