El T-REX de MB&F + L’EPÉE 1839

29/10/2019

La nueva creación de MB&F y L’Epée 1839 es un feroz dinosaurio, el más feroz de todos. Se trata de un divertido T-Rex, la 11^a colaboración entre MB&F y el primer fabricante suizo de relojes de sobremesa, L’Épée 1839.

El T-REX de MB&F + L’EPÉE 1839

Ya habíamos visto una versión de esta pieza cuando lanzaron su versión para la subasta benéfica Only Watch. T-Rex fue presentado al público por primera vez a principios de este mismo año como una pieza única que había sido especialmente creada para Only Watch. MB&F había contribuido a anteriores ediciones de Only Watch con piezas tomadas de colecciones ya existentes. Este año decidieron hacer algo más especial, Tom & T-Rex, la creación de MB&F para la octava edición de la subasta, rompió con la tradición precediendo a la colección en la que se integra. Esta pieza es muy diferente ya que además de T-Rex se incluyó a un pequeño llamado Tom, este jinete representa a los niños que sufren distrofia muscular de Duchenne, a quienes van destinados los fondos recaudados por Only Watch.

Posteriormente al decidir cómo sería la pieza que daría vida a la colección, prefirieron que la pieza de Only Watch fuera más llamativa, y se quedaron con T-Rex en tres diferentes colores. Su cabeza es de cristal de Murano y acero suspendida entre dos patas articuladas que terminan en pies provistos de garras, tiene un ligero parecido físico con su homónimo, el rey de los dinosaurios. El nombre debe todavía más a los aspectos de diseño que se revelan únicamente al observador minucioso, como la confluencia de poder y presencia trasmitidos por los miembros en tensión. La literal cápsula del tiempo formada por el cuerpo esférico y esqueletado del reloj es una alusión subliminal pero insistente a los huesos fosilizados que contienen todo lo que sabemos de la era prehistórica.

Tras la esfera se encuentra un movimiento de 138 componentes creado por L’Épée 1839 y coronado por un volante que late al ritmo de 2,5 Hz (18 000 A/h). Al reloj se le da cuerda con una llave en la parte de atrás del movimiento, que goza de una reserva de marcha máxima de ocho días, mientras que la puesta en hora se realiza en el centro de la esfera, con la misma llave.

Lo más sorprendente es que las patas de T-Rex han sido moldeadas directamente a partir de huesos auténticos de tiranosaurio rex, lo lograron al realizar escáneres tridimensionales de esqueletos fósiles de dinosaurio como referencia para crear una imagen muy realista. Esto hace que al ver el reloj parezca que es ágil y puede moverse en cualquier momento.

La inspiración de este reloj nos lleva a pensar en nuestra infancia y recordar la primera película de Jurassic Park, de 1993. Así lo es para el diseñador, Maximilian Maertens, quien detalla que esa película fue su influencia, ya que es la primera película que recuerda haber visto cuando era pequeño.

Sencillamente tenía la idea de hacer algo con dinosaurios, y Max (Büsser) estaba muy interesado en aquel momento por los diseños biomecánicos, así que aunamos estas dos fuentes de inspiración en torno a la pequeña escultura de su escritorio y nos lanzamos al paso siguiente.Maertens, diseñador de T-Rex