John Goldberger, este nombre es muy conocido entre los coleccionistas y amantes de los relojes, ha escrito libros sobre importantes marcas relojeras como Omega, Longines, Rolex y Patek Philippe, es un coleccionista con una gran reputación por su gran conocimiento sobre los relojes. También es miembro del Consejo Cultural de la Fondation Haute Horlogerie y de una junta de asesores de la casa de subastas Phillips.

Su nombre saltó a la fama por un video muy controversial que realizó con Hodinkee donde abre un Rolex con un cuchillo, en la sección » Talking Watches«, además de una famosa venta que realizó en una subasta, donde un Rolex Daytona en oro blanco, único en su clase, fue vendido por 6 millones de euros que donó a la organización benéfica Children Action.

Su vida es muy interesante, sobre todo saber los detalles de cómo comenzó a ser coleccionista de relojes, para comenzar, su nombre real es Auro Montanari, creció en Bolonia, Italia. En un artículo de Robb Report cuenta que tomó el nombre de John Goldberger para proteger su privacidad y por diversión. Tomando la palabra gold por oro, como su nombre Auro que suena como «oro» y un berger que es un pastor que trabaja en las montañas, que se acerca a montanari, la palabra italiana para montañeses. En cuanto al John, eso fue solo por que le gustaba.

Auro o John, narra su historia en una entrevista realizada por A Collected Man, ahí relata que su pasión por los relojes no viene de ninguna tradición familiar como se podría suponer, en cambio el gusto por coleccionar objetos sí, su padre era un gran coleccionista de arte y desde pequeño lo acompañaba a las subastas y a la búsqueda de objetos antiguos. Desde pequeño aprendió a coleccionar y comenzó coleccionando monedas de todo tipo, fue su padre quien le recomendó coleccionar relojes, ya que en esa época podía encontrar piezas muy baratas.

Su primer reloj fue un viejo cronógrafo Rolex con tres contadores en una caja de oro amarillo con referencia 3835, adquirido en una tienda de antigüedades por lo que serían $500 dólares , en 1978. Aún lo tiene en su colección.

Sus estudios en diseño, arte y fotografía, lo llevaron a aventurarse y vivir en California, donde pasó cuatro años tomando fotos, surfeando, jugando baloncesto y comprando relojes en pequeñas convenciones, en este momento de su vida fue cuando nació su pasión por la relojería.

Esa pasión provocó un inmenso deseo de estar informado, de saber más sobre lo que estaba recolectando y lo llevó a investigar, leer, hacer preguntas y aprender mucho sobre los relojes y su historia. Gracias a esa curiosidad realizó su primer libro, Omega Watches, en 2005, donde además de fotografiar relojes ponía especial interés en los datos técnicos que compartía.

A Journey into the Deep

De este libro comenzó su gusto por seguir publicando y en la actualidad ya tiene varios títulos como Longines Watches, Omega Sportwatches, A Journey into the Deep, 100 Superlative Rolex watches I y II, Pathek Philippe Steel Watches. 

En su colección predominan los cronógrafos hechos entre 1930 y 1960, ya que para él estos son los verdaderos relojes vintage y que tienen un especial valor al ser hechos a mano, antes de que las grandes marcas comenzaran a apoyarse en la tecnología para crear sus piezas. Aunque participa en muchas subastas prefiere hacer tratos directamente con el vendedor, tener el reloj sobre la mesa y crear una relación con las persona que le venderá un reloj.

Al leer sobre él podemos imaginarlo dedicándose al mundo de la relojería todo el tiempo, sin embargo él dirige la empresa familiar de tecnología y telecomunicaciones que fundó su padre, llamada Aur.el. Una muestra de que siempre se puede encontrar el tiempo para seguir con lo que nos apasiona, y más si esto se trata de coleccionar relojes.

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