Por Luis Ocegueda, lector y colaborador de Klokker México
Desde sus inicios el ser humano empezó a tener dudas sobre cómo resolver problemas que enfrentaba en la vida cotidiana, y es por eso que ha tenido que progresar tecnológicamente. Uno de esos avances que necesitó perfeccionar, por la necesidad de entender el día y la noche, fue la medición del tiempo; era tal la necesidad de entender cada cuánto amanecía y anochecía, que inventó y perfeccionó un instrumento llamado reloj. Primero utilizó las sombras provocadas por el sol, después se ayudó de arena, al paso de varios siglos, ya con más herramientas a su disposición, creó un artilugio llamado reloj mecánico, que primero se vistió en el bolsillo y terminó en la muñeca. Pero, ¿cuál fue el primer reloj de mano?
Si regresamos a tiempos de la prehistoria, el ser humano encontró la forma de saber el paso del tiempo a través de la lectura de los astros (sol y luna). Aprendió a interpretar el reflejo o sombras que provocan los rayos solares sobre las superficies. Posteriormente, en 1511, Peter Henlein inventó el reloj como lo conocemos ahora (aunque muchos afirman que fue Christian Huygens hasta 1656).
El reloj mecánico utilizaba y sigue utilizando sus unidades de tiempo: los segundos, minutos y horas. Situación que podemos saber gracias a sus engranajes que funcionan mediante energía mecánica o eléctrica (aunque en algunos casos puede ser la mezcla ambos). Bien, una vez que ya tenemos un pequeño antecedente histórico, es hora de saber ¿quién?, ¿cómo? y ¿cuándo? surge el reloj de mano.
En 181o, Abraham Louis Breguet, manufacturó el primer reloj de mano, denominado Breguet No. 2946, inventado a petición para la reina de Nápoles, Caroline Murat (cabe señalar que los relojes de bolsillo siguieron predominando en esa época). Hasta el día de hoy no hay imágenes del paradero de esta pieza, sólo documentos que avalan su producción. No se sabe si aún existe o si algún día reaparecerá milagrosamente.
A inicios del siglo XIX los relojes de mano eran principalmente usados por las mujeres, con el fin de verse más femeninas. Cabe mencionar que un reloj en esa época era de un costo muy alto, por lo cual sólo personas con muchos recursos tenían el privilegio de poder adquirir uno.
Es hasta 1907 cuando el reloj de pulsera comenzó a ser usado con frecuencia y fue con fines militares. Fue en plena guerra donde los pilotos de aviones de combate comenzaron a utilizar relojes de pulso, debido a que no podían tener nada en las manos que los distrajera; debían hacer maniobras las cuales con un reloj de bolsillo resultaban peligrosas.
A pesar de que la Primera Guerra Mundial terminó en el año de 1918, la popularidad del reloj de pulsera se esparció. Los relojes de bolsillo fueron utilizados por la mayoría de la población, aunque comenzó a crecer la producción de relojes de pulso.
Hoy en día podemos encontrar relojes de muñeca para todos los gustos y con infinidad de funciones específicas, los cuales están elaborados de diferentes materiales como lo son hierro, acero, bronce, titanio, plata, oro, entre muchos otros. Algunos de estos metales y piedras preciosas son usados para dotar a los relojes de resistencia y durabilidad, mientras otros son utilizados sólo con fines estéticos.
¿Quieres saber cuál es el primer reloj de pulso para hombre? Te compartimos esta nota de Cartier.
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