Timex V-Conic, un clásico a prueba de todo

El reloj mecánico conocido como Timex V-Conic, fue un modelo que se lanzó la relojera U.S. Time Company en Estados Unidos en el año de 1950. Se le designó como V-Conic, pues su mecanismo tenía el eje del volante regulador con extremos en forma de “v”.

Reloj clasico Timex con correas negras, caja plateada y dial blanco

El ídolo beisbolero de la época, Mickey Mantle, ató un Timex V-Conic a su bat y dio 50 hits en el terreno del estadio de los Yankees. El reloj también fue sumergido durante horas en la pinza de una langosta y galopó en las patas de un caballo de carreras. Todo lo anterior, aunado a muchas otras torturas, para demostrar su gran calidad y resistencia.

Nota de una noticia sobre reloj Timex de un jugador de béisbol

En la década de los cincuenta un reloj considerado de excelente manufactura costaba alrededor de $50 dólares, sin embargo, US Time Company (renombrada como Timex en 1969) logró a comercializar el modelo conocido como Timex V-Conic a un precio de introducción de entre $6.75 y $ 7.95 dólares. En comerciales de TV y publicaciones impresas, se le vendía como un reloj preciso, resistente a golpes, de comprobada hermeticidad e incluía un año de garantía. Para sorpresa de todos, superaba por mucho sus promesas y se vendió como pan caliente.

El movimiento V-Conic representó un avance tecnológico trascendente en la industria relojera de su época, pues mejoraba la calidad y estabilidad del reloj, y al mismo tiempo reducía considerablemente los costos. Este mecanismo tenía el eje del volante regulador con extremos en forma de “v”, que embonaban en cojinetes de económico material “Armalloy”, una aleación patentada por U.S. Time Company en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, que sustituyó las costosas joyas de los mecanismos.

Nota sobre el mecanismo de los relojes

V-Conic estaba tan bien fabricado, que en la actualidad hay muchas piezas de esa época en el mercado de relojes usados que siguen funcionando a la perfección. Clásicos como el V-Conic durarán por siempre en nuestras muñecas.

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