Un atractivo exceso
Cuando la alta joyería, la alta relojería y la expresión artística se mezclan, los resultados son espectaculares y exuberantes. En esta ocasión, Audemars Piguet deja de lado la simpleza, la sencillez y, sin pudor alguno, lanza un reloj/joya colmado de ostentación y diseño.
Ya son tres años consecutivos que Audemars Piguet produce estos relojes/joyas, por llamarlos de alguna manera, con temática centrada en los diamantes. Estos “accesorios de tiempo” tienen como principal característica estar saturados de diamantes de distintos tamaños y formas. En el 2015 y 2016 se lanzaron Diamond Punk y Diamond Fury, respectivamente. Este año, la tercera entrega de la trilogía, Diamond Outrage, llega a aparadores para adornar muñecas atrevidas.
Los “picos” de Diamond Outrage, le rinden homenaje al gélido paisaje del Vallée de Jeux, lugar que alberga a Le Brass, casa de Audemars Piguet. Dentro de la maraña de piedras preciosas, más de 10,000 diamantes finamente cortados, se abre una pequeña compuerta que nos revela un pequeño reloj. Irónicamente, dentro del agresivo paisaje punzante emerge una máquina de tiempo sutil y minimalista. Dicho reloj, en forma de octágono, tiene un movimiento de cuarzo cuya batería puede durar hasta 40 meses. Marca horas, minutos y a fecha.
Repetimos, esta pieza tiene más de 10,000 diamantes. ¿Serán demasiados?
Fuente: audemarspiguet.com
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