Durante la novena edición del foro de lujo LuxuryLab, Berger Joyeros presentó la conferencia “El futuro de la relojería”, impartida por Carlos Alonso, Director de Tiempo de Relojes y del SIAR. Una interesante plática en la que se trataron temas como la 4ta transformación que está viviendo la Alta Relojería, las tendencias de compra y la polarización acelerada hacia las megamarcas.

Realmente lo que se habló durante la conferencia nos dejó impactados, sabemos que la relojería es muy tradicional y aunque se está renovando y modernizando en la actualidad únicamente el 4% de las ventas de Alta Relojería se realizan por E-Commerce,esto quiere decir que marcas como Rolex, Patek Philippe y Audemars Piguet siguen teniendo mayor interés en la venta tradicional, a través de distribuidores oficiales o boutiques propias.

Carlos Alonso, nos hizo un recuento muy ilustrador de las transformaciones que ha tenido la Alta Relojería, Berger Joyeros nos ayudó a resumirlo y aquí se los compartimos:

1° Transformación

Comienza cuando Abraham-Louis Breguet evolucionó la relojería en 1775, al crear su marca y cambiar el concepto que los relojeros ingleses tenían sobre sus creaciones en el siglo XVII y XVIII, como instrumentos científicos de medición y postuló el reloj como un objeto de lujo y estatus social. Así, la relojería suiza comienza la elaboración de relojes cada vez más sofisticados, hasta convertirlos en joyas y ellos en artistas, en maestros relojeros.

2° Transformación

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en Suiza y Estados Unidos el reloj se convierte en un objeto necesario debido a la llegada del ferrocarril, era indispensable para llevar el control de las rutas tanto para las compañías ferroviarias como para los usuarios. Comienzan las primeras creaciones en serie de firmas como Zenith e International Watch Co (IWC) en Suiza. La relojería empieza a no ser solo un arte para un mercado exclusivo, sino una herramienta portable al alcance de la población civil. Al mismo tiempo que la electricidad o el teléfono empiezan a generalizarse en los hogares y Ford lanza el Modelo T de precio accesible, nace Rolex con la idea de crear un reloj más práctico, de pulso, muy pronto sumergible y de buen gusto.

3º Transformación

A finales de los 60’s relojería tradicional suiza sufrió una fuerte etapa en la que casi desaparece, el descubrimiento del cuarzo, esto debido a que se cuestionaba sobre los valores ancestrales de la relojería mecánica. Como respuesta a esta crisis, en los 80’s la industria suiza crea la firma Swatch que presenta relojes de cuarzo, de precio muy asequible con diseño y un marketing innovador para recuperar el prestigio del sello Swiss Made. A partir de entonces la relojería suiza recupera los valores artesanales y su prestigio histórico y a finales de siglo XX cobra un auge desconocido gracias a la globalización.

La 4ta transformación

Esta transformación llega con la apertura de los mercados, la producción se ha facilitado gracias a la tecnología, el liberalismo económico con una población creciente en poder adquisitivo, especialmente en las economías emergentes. De 2000-2010, gracias a la globalización y los tratados de libre comercio, se propicia un buen ambiente en para el acceso al lujo.

Como consecuencia de esto el crecimiento exponencial de clientes locales ha aumentado, tanto que se ha duplicado la producción de relojería suiza en una década. La crisis financiera internacional de 2008 no afectó al sector notablemente, al contrario, de 2010 a 2014 su producción aumenta un 25% anual.

Sin embargo, la suerte de los relojes helvéticos cambia, cuando en 2014 China hace una ley restrictiva para los regalos gubernamentales, el mercado asiático era el mayor motor de crecimiento de la relojería. Grupo Richemont y Swatch Group habían realizado una extensa red de distribución en China e incrementaron la producción para satisfacer la demanda, para 2014 ya había saturación en stock y una cadena de distribución y venta sobre saturada. Ese mismo año Apple presenta su smartwatch y los suizos temen que de nuevo el avance tecnológico cambie los hábitos del consumidor hacia una percepción del reloj más como un instrumento multifuncional y de consumo masivo.

En los últimos cinco años, 2014-2019, el mercado ha experimentado una polarización acelerada hacia las mega-marcas familiares o de capital privado y la dificultad de los grupos financieros públicos para adaptarse a las exigencias de un consumidor cada vez más restrictivo.

De las 350 marcas relojeras que existen en Suiza solo siete facturaron más de un billón de Francos Suizos en 2018 según un estudio de Morgan Stanley. La apuesta se inclina de nuevo hacia relojes de gran prestigio cuyo valor tradicional no pase de moda.

Fue todo un honor asistir al workshop «The future of watchmaking», una conferencia interesante en la que un experto del tema nos compartió su conocimiento, experiencias y opiniones de una manera realmente cautivante, dejándonos claro la situación actual de la Alta Relojería y todo lo que ha trascendido en su historia. Aprender y tener la oportunidad de compartirlo con ustedes es el motor de Klokker, agradecemos a Carlos Alonso y Berger Joyeros por hacernos parte de este importante momento del LuxuryLab.

Fotos Berger Joyeros

2 comentarios

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  • La creciente tecnologia ha dejado el reloj en un plano de herramienta de telefonia o joya al alcance solo de potenciales economicos esa es en mi opinon la direccion del reloj desafortunadamente.

    • Estamos de acuerdo, sólo un verdadero amante de la relojería es el que sigue volteando a su muñeca para ver la hora. La tecnología seguirá intentando reemplazar todo lo que ve a su alcance pero ¿un reloj? Un reloj es para siempre y sólo los fieles amantes de las piezas de tiempo, y en cuanto a la economía, al final, hay para todos.