CASIO nos lleva al pasado, realizando un análisis de la evolución en el cine, la música y la resistencia absoluta del G-SHOCK.
Al hablar de 35 años es imposible no sentir nostalgia, ver al pasado es recordar y revivir momentos. Algunos no habían nacido, otros lo recordarán como su añorada infancia y otros como su juventud, el apogeo de su adultez. Muchas son las etapas pero no podemos negar que evolucionar es algo inevitable y el mejorar, adaptarse al paso del tiempo es un factor que divide al éxito del fracaso.
Después de su creación en 1983, G-SHOCK ha innovado el mundo de la relojería en términos de diseño, material, funciones y resistencia.
Nos cuentan su historia asociándolo con lo que sucedía en cada momento en el cine y la música:
En 1983, el mismo año en que vio la pantalla grande Star Wars: Episodio VI – El Regreso del Jedi, el primer G-SHOCK de la historia también vio la luz. Un reloj con pantalla digital hecho con uretano, material que le permitió a su creador, Kikuo Ibe, quien en aquel entonces fungía como ingeniero en Casio, desarrollar una estructura resistente a impactos.
En 1989, al mismo tiempo que la secuela de Back to the Future llegaban a las salas de México, apareció el primero modelo análogo digital: el AW-500, que representaba un paso más en la evolución del gigante japonés de la resistencia al cambiar los dígitos por manecillas.
Algunos años después, cuando en 1992 2Pac debutó como solista con el disco 2pacalips Now, la tecnología avanzaba a pasos agigantados. Parte de la evolución de G-SHOCK para no solo adaptarse a su tiempo sino innovar y marcar tendencia, fue la aplicación de una variedad de sensores miniatura que ahora son funciones imprescindibles de su ADN, pero en aquel tiempo era un hito tecnológico poder consultar la temperatura desde tu muñeca.
Por esa misma época, cuando Snoop Dogg reinaba las calles e imponía al estilo urbano una tendencia por los colores llamativos que lo diferenciaban de la multitud, fue lanzado el DW5600C, descendiente directo del DW-5000C de Ibe pero revestido en un tono amarillo estridente que marcó toda una generación del street style por ser la primera variación de color que se alejaba de los tonos negros mate que hasta el momento habían caracterizado a la marca.
Para finales de los noventa, cuando los Red Hot Chili Peppers se hacían famosos por su mítico single Scar Tissue, el primero del paretaguas disco Califonication, G-SHOCK incorporó la tecnología TOUGH SOLAR al modelo DW-9300J, un reloj con un mecanismo capaz de detectar la luz solar y almacenar energía cuando se aplicaba a la esfera del panel solar.
El diseño de los relojes poco a poco se fue amoldando a su tiempo e incorporó una variedad de materiales innovadores con los que se conserva la esencia de resistencia, pasando por un cuerpo cubierto de metal para la línea MR-G, el MR-G 100, en 1996.
El inicio del nuevo milenio trajo consigo bastantes adelantos tecnológicos que permearon la música pop como fue el caso del dúo de electrónica Daft Punk, que en 2001 posicionó a Francia dentro de la escena electro-pop tan característica del comienzo de siglo. De la misma manera, G-SHOCK se hacía de los ojos del mundo al lanzar el Antman GW1000, el primer modelo con un sistema de radiofrecuencia que mantenía la hora exacta a donde fuera, a la vez que se recargaba mediante energía solar.
Ahora, cuando apenas rozamos el cuarto de este nuevo siglo, G-SHOCK continúa en su inigualable camino de innovación con su último gran salto evolutivo: el lanzamiento del GST-B100, el primer reloj análogo con Bluetooth. Sólo nos queda esperar el momento en que se lleve a cabo el gran sueño de Kikuo Ibe, llevar a G-SHOCK al mismísimo espacio exterior.
¡Gracias Casio G-shock por llevarnos en este viaje en el tiempo!
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