El ángel y la mariposa

El relojero Henri-Louis Jaquet-Droz, al igual que su padre Pierre Jaquet Droz, soñó en crear humanoides autómatas y dedicó gran parte de su existencia a hacer realidad esta fantasía. Dentro sus múltiples bocetos, imaginó a un ángel en una carreta tirado por una mariposa, una alegoría al amor y la naturaleza que ha dado como resultado la pieza: Loving Butterfly Automaton.

Loving Butterfly Automaton de Jaquet Droz, una historia mecanizada

Los artesanos y relojeros de Jaquet Droz se dieron a la tarea de interpretar la visión de Henri-Louis Jaquet-Droz y han colocado esta microescultura en una cautivadora creación que dicta el tiempo. Loving Butterfly Automaton es un reloj autómata, es una escultura y al mismo tiempo es un poema.

Loving Butterfly Automaton de Jaquet Droz, una historia mecanizada

Loving Butterfly Automaton es parte de una serie de relojes que cuentan historias mientras transcurre el tiempo. Entregas como Bird Repeater, Charming Bird o el Lady 8 Flower, son ejemplos de pequeñas esculturas mecanizadas que evocan cuentos y al verlos echan a volar nuestra imaginación.

Loving Butterfly Automaton de Jaquet Droz, una historia mecanizada

El mecanismo dentro de esta pieza es autómata, protegido por dos patentes y resultado de 3 años de trabajo arduo. La mariposa que vuela en la esfera del reloj mueve sus alas aproximadamente 150 veces por minuto. Sobre un fondo negro, una subesfera marca horas y minutos en estilizadas agujas de oro.

Loving Butterfly Automaton está limitado a sólo 28 unidades. Su caja es de 43 mm. Tiene reserva de marcha de 68 horas, además que garantiza hermeticidad a 30 metros de profundidad.

Jaquet Droz lanza una elegante pieza que de nueva cuenta cautiva e invita a imaginar el tiempo de distinta manera.

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