Los relojes Audemars Piguet se encuentran entre los más lujosos y exclusivos del mundo. Son conocidos por su arte, calidad y precisión, y sus relojes se encuentran a menudo en las muñecas de los famosos, la realeza y otras personas de élite. Si buscas un reloj de alta gama que impresione a todos tus conocidos, un Audemars Piguet es una gran opción.
Todo comenzó en 1875 en las profundidades del Valle de Joux, una tierra legendaria que palpita con las complejidades de los relojes. Un lugar donde la historia de Audemars Piguet cobró vida por primera vez.
Enclavado entre las exuberantes montañas del Jura, al norte de Ginebra, se encuentra el Valle de Joux, un paraíso para la relojería y sede de la renombrada marca de lujo Audemars Piguet. Esta impresionante región es un oasis escondido en el hermoso paisaje alpino de Suiza, que ofrece algo especial incluso en medio de su mundialmente conocida industria relojera suiza.
Durante generaciones, nuestros relojeros se han sentido cautivados por la cruda belleza de esta región rocosa. Aquí, en la silenciosa quietud del anochecer, hay una reserva ilimitada de energía creativa: los cielos estrellados iluminan su visión y forjan relojes que son obras de arte intemporales.
A finales del siglo XVIII, La Vallée de Joux experimentó una transformación única: los agricultores empezaron a fabricar relojes en sus casas, utilizando áticos llenos de luz. Esta red de artesanía familiar produjo algunos de los relojes más intrincados y precisos de la historia, con componentes como ruedas, puentes y piedras semipreciosas elaborados en estos talleres. Lo que empezó como un esfuerzo por pasar los días de invierno de forma productiva, floreció en un legado que continúa hoy en día.
Los intrincados relojes de Piguet son una obra de arte, con una belleza consagrada tanto en la mecánica interna, como en el diseño exterior. Cada reloj se elabora con cariño para encarnar la hábil creatividad de sus relojeros y artesanos.
Cada pieza de Audemars Piguet es una joya y, entre todas, existen tres colecciones estrellas.
La primera, CODE 11.59, “clásico por naturaleza, poco convencional por diseño”. El Code 11.59 supera los límites de la relojería en 2019, dando rienda suelta a un diseño redondo clásico infundido con una arquitectura innovadora y detalles intrincados fuera de este mundo. Sus exquisitas curvas garantizan que este reloj seguirá siendo intemporal durante generaciones.
El Royal Oak, “de vanguardia a icono”. En 1972, el icónico Royal Oak llegó para trastocar las convenciones relojeras con su revolucionario diseño. Su caja de acero inoxidable y su bisel octogonal complementaban una esfera «Tapisserie», mientras que un brazalete integrado proporcionaba una comodidad inigualable en la muñeca, lo que lo consolidó como un icono atemporal del lujo moderno.
Por su parte el Royal Oak offshore es “una versión más osada y deportiva del Royal Oak” que, desde 1993, ha superado los límites con su estética deportiva y poderosa que subvierte las expectativas tradicionales. Esta línea vanguardista ha revolucionado lo que significa formar parte de la emblemática familia Royal Oak.
Y, por último, el Royal Oak Concept es alta tecnología aplicada a la alta relojería. Con su uso inventivo de la micromecánica y la ingeniería de precisión, el Concepto Royal Oak de Audemars Piguet es un testimonio de la maestría moderna. Desde 2002, este extraordinario reloj ha servido de incubadora para una experimentación innovadora.
Y tú, ¿con cuál de todos te quedas?
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