Esta vez te tenemos preparada una guía que evitará que dañes tu reloj, ya que el tema de la resistencia de los relojes al agua puede ser muy confuso y en ocasiones por no comprender el tema de manera completa podemos terminar dañando nuestra pieza generando costos innecesarios en su reparación.

En cantidad inimaginable de piezas observamos que en la parte posterior del reloj indica el termino «ATM» y con ello estamos seguros que nuestra pieza va a soportar todo, incluso sumergirlo en el agua, lo mojamos, nadamos con él o simplemente no le tenemos el debido cuidado; esto es un gran error, cada reloj tiene un ATM diferente, lo que significa una capacidad de resistencia e impermeabilidad específica para cada pieza.

Con esta guía básica te enseñaremos cómo cuidarlo y a elegir mejor tu próxima adquisición.

Antes que nada, ¿Qué significa ATM? 

Si lees con detenimiento la garantía de tu reloj, encontrarás las especificaciones y ahí podrás ver: Resistente al Agua (Water Resistant, water resist o waterproof ), entre otros, pero, ¿realmente sabes lo que este ATM quiere decir?. ATM es referente a atmósferas, con una equivalencia de: 1 ATM = 10 metros de profundidad.

ATM hace referencia para la protección del reloj en cuanto a su hermeticidad, donde hermeticidad se refiera a  la capacidad de evitar filtraciones de agua al movimiento y la presión máxima que puede soportar tu pieza.

!Cuidado! esto no quiere decir que se puede sumergir el reloj esa cantidad de metros sin sufrir daño, eso mas bien quiere decirte que es lo máximo que puede soportar antes de colapsar… y esto hay que tenerlo muy claro.

El contacto con el agua

Si tu reloj no tiene grabado alguna frase alusiva  a la resistencia al agua, !ni se te ocurra intentarlo!. Todos deben pasar pruebas y si esa pieza en particular no ha sido probada por ende no tiene esta característica, de hecho debes tener cuidado incluso de las salpicaduras cuando lavas tus manos.

IMPORTANTE: El que un reloj sea resistente al agua (Water Resistant, water resist o waterproof ), no quiere decir que es sumergible.

Para ser sumergible debe contar con una prueba de al menos 10 ATM, dando como característica a la pieza una hermeticidad que podrá soportar sin inconvenientes el agua.

TIPOS DE RESISTENCIA AL AGUA /ATM

• 1 ATM o menos: 10 metros. Relojes Impermeables. Soportan sólo salpicaduras de agua en actividades cotidianas. Deben secarse inmediatamente.

• 3 – 5 ATM: 30 – 50 metros. Relojes Impermeables. Soportan mayor cantidad de agua, pueden ser utilizados para realizar natación superficial por tiempo limitado, puedes bañarte con él.

• 10 ATM: 100 metros. Relojes sumergibles.  Soportan gran cantidad de agua, pueden ser sumergidos para practicar natación, buceo con tubo o snorkling.

• 20 – 30 ATM: 200-300 metros. Relojes sumergibles de buceo profesional. Soportan sesiones de buceo de duración limitada.

• 100 ATM: 1000 metros. Relojes sumergibles de buceo extremo. Soportan sesiones de buceo de larga duración.

¡No te confundas!, si dice 10 metros, 50 metros o 100 metros, no quiere decir que lo puedas sumergir hasta esa cantidad de metros.  Este parámetro no tiene nada que ver con la profundidad real de la inmersión. Los fabricantes realizan pruebas de la presión estática, en laboratorio con condiciones controladas, que en la vida real cambian totalmente.

Esta variación la provoca el movimiento, que aumenta la presión del agua y afecta la resistencia establecida y probada en el laboratorio.

Garantías y  letras chiquitas

Los datos que te compartimos sobre la resistencia al agua es válida sólo si el reloj es nuevo, se encuentra en perfecto estado, con empaque lubricados y dentro del periodo de garantía. La resistencia al agua irá disminuyendo de acuerdo al paso del tiempo, desgaste natural del reloj, exposición a altas o bajas temperaturas, contacto con disolventes o cosméticos, golpes, manipulaciones de la caja e incluso, cambios de altura van afectando la impermeabilidad y hermeticidad del reloj. Para que tu reloj siga soportando debes cambiar los empaques y verificar el sellado a través de un experto relojero por lo menos cada 2 o 3 años.