Reloj psicodélico y pop

Pensaríamos que un reloj tan extravagante como Crash se creó recientemente, que sus formas corresponden a los trazos de un novel y atrevido diseñador, la realidad es totalmente distinta. Crash vio la luz por primera vez en Londres en el año de 1967, en medio de una época donde la moda y la cultura florecían sin límites.

Cartier, siempre con propuestas frescas y atrevidas, se aventuró con el lanzamiento de Crash en una época conocida como Swinging London, una revolución cultural que germinó en Inglaterra, específicamente en Londres, caracterizada por juventud optimista y hedonista que, al menos en el arte, mezclaba el pop con la psicodelia, situación que queda explicita en esta magnífica creación de Cartier.

Crash aparenta ser un reloj deforme, fallado, derretido, pero al mismo tiempo genera sensación de armonía y luce moderno. En sus formas onduladas y esqueléticas podemos descifrar distorsionados números romanos y agujas marcando las horas y los minutos. Al fondo una increíble maquinaria funciona en medio del aparente desorden.

Esta nueva versión de Crash de Cartier tiene un movimiento mecánico manual compuesto por 138 piezas. Su caja es de platino decorada con zafiro azul. Su correa es de piel gris y hebilla de oro blanco de 18 quilates. Tiene cristal de zafiro antirrayones.

Cartier está acostumbrado a crear clásicos, piezas que no pasan de moda, que son eternamente vigentes, y Crash es una de ellas.

Fuente:

Cartier.com

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