Son sólo doce piezas que Louis Moinet realizó de esta extraordinario reloj. Creemos que la razón es sencilla: hay un pequeño grupo de gente que puede pagar 280,000 dólares por una creación que rinde tributo a la extracción de petróleo.
¿Y quiénes serán los que se sientan atraídos por este reloj?
Gente común y corriente, como su humilde servidor, sólo podemos admirar la increíble complicación mecánica detrás de esta atractiva pieza, sin embargo, emocionarnos por una máquina que extrae crudo del subsuelo nos parece muy ajeno. Quizá, algunos de los doce poseedores de esta joya hecha maquinaria sean algún CEO de multinacional, cuya fortuna depende del precio del “oro negro”, o algún funcionario público sin remordimientos ambientalistas.
Al observar a detalle este el reloj notamos que es una verdadera maravilla. Como lo decíamos anteriormente, homenajea a las torres petroleras, y en su carátula nos muestra precisamente una recreación de esto. Cada 15 segundos el caballete de bombeo se mueve representando el ciclo de extracción de crudo. Cada 60 segundos el tourbillon, localizado en una subesfera, mueve el minutero. Es preciso y precioso.
El diseño y los detalles de Derrick Tourbillon son sublimes. Sigue los patrones dictados por la tendencia de moda: el color azul se posa en la base del reloj y entinta la correa de piel de este reloj. La caja, en oro blanco 18 quilates, es de 47 milímetros. Cuenta con dos cristales antirreflejantes de zafiro y es water-resistant a 3 ATM.
Descubre y admira este mecanismo que sólo 12 en todo el mundo podrán portar en su muñeca.
Fuente:
Klokker Reparacion de Relojes
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