La más reciente creación de Greubel Forsey, titulada QP à Équation, es un reloj con calendario perpetuo plagado con varias complicaciones interesantes que asegura contener en su movimiento una computadora mecánica. ¿A qué se refieren con ello?
En el corazón del movimiento de esta pieza se ha integrado un componente que consta de 25 partes que reinventa la forma en la que funcionan todos los relojes astronómicos. Esta innovación se compone de un conjunto de ruedas y discos que hacen ecuaciones de tiempo, y a esta innovación Greubel Forsey le llama computadora mecánica. Estas ruedas y discos tienen “información” en pequeños dientes que al ser girados hacen cálculos de tiempo.
Visualmente QP à Équation es una pieza imponente, como todas las creaciones de la relojera Greubel Forsey. Además de marcar las horas y minutos, señala la fecha en día, número y mes. Tiene un indicador de 24 horas de día y noche, y a la 1:30 un marcador que nos recuerda la reserva de marcha. Un tourbillon, 24 secondes inventado por la misma marca, se posa a las 10:30 y tiene la peculiar característica de estar virado 25 grados.
A pesar de que luce complejo, ya que tiene demasiadas funciones, es muy fácil de utilizar. Su corona gira en ambos lados y tiene varias posiciones, así que fácilmente podemos ajustar este reloj.
Podríamos decir que QP à Équation tiene dos caras. La parte trasera de la caja es tan interesante como la esfera principal. En ella despliega el año, además de la ecuación de tiempo en meses, estaciones, solsticios y equinoccios.
QP à Équation de Greubel Forsey es una obra maestra. Una pieza que reinterpreta los relojes de calendario perpetuo. Es una pieza moderna, ejemplo de la evolución de la relojería.
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