Marlene Lang tuvo una experiencia inolvidable este año, al finalizar su estancia en Basel para asistir al magno evento relojero Baselworld 2019, se dirigió a Ginebra para conocer el lugar en el que se desarrollan unas de nuestras piezas favoritas: la visita a la Manufactura Greubel Forsey.
La visita a la Manufactura Greubel Forsey
La visita fue muy especial ya que la invitación fue únicamente para el equipo de Klokker, la experiencia de nuestra corresponsal y fotógrafa comenzó en el momento en el que el equipo de la Manufactura Greubel Forsey pasó por ella a las puertas de su hotel, ya ahí pudo sentirse cómoda con un trato excelente por parte del equipo, aunque no sabía la sorpresa que le esperaba al llegar a La Chaux-de-Fonds.
La sorpresa: el guía de la visita y encargado de mostrare todo el lugar sería, nada más y nada menos, que Stephen Forsey.
Durante la visita a Manufactura Greubel Forsey observó que el señor Forsey es agradable con todos, conoce el nombre de cada persona que trabaja en el lugar y su trato es excelente.
El lugar es realmente impresionante, un lugar pintoresco como el que vemos en una clásica tarjeta postal suiza. Un edificio rural del siglo XVII rodeado de verdes valles alberga la casa principal, o la granja, acompañado por un segundo edificio más moderno, con una arquitectura novedosa que sobresale del valle, alberga el Atelier (taller), el lugar donde se lleva a cabo el desarrollo y producción.
La fachada de vidrio de doble capa actúa como una zona de protección térmica natural, lo que significa que el edificio se calienta o se enfría. Garantiza una temperatura constante durante todo el año, lo cual es vital para el desarrollo de nuestros relojes. Situada en las montañas a una altitud de más de 1000 m, La Chaux-de-Fonds es la ciudad más alta de Europa y está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El taller fue el primer edificio de este tipo construido a esta altitud.
En el recorrido Marlene pudo observar que no hay una línea de producción, todo está hecho a mano, con una extrema delicadeza. El departamento de calidad comprueba cada detalle por más minucioso que este sea. Empeñan toda su atención en comprobar la calidad de los materiales, incluso si los materiales no son fáciles de manipular.
Sus creaciones son muy innovadoras y cada año nos sorprenden con alguna máquina del tiempo diferente. Ellos tienen un lema que dice «si el problema no tienen solución, se inventa».
Una experiencia inolvidable de la que estamos muy agradecidos ya que sin duda Greubel Forsey es y seguirá siendo de nuestras favoritas.
Más sobre Manufactura Greubel Forsey
Cuando Robert Greubel y Stephen Forsey se unieron y lanzaron Greubel Forsey en 2004, compartieron una visión común de complicar la relojería. Su objetivo era mejorar el rendimiento de las complicaciones existentes. A lo largo de los años, han perfeccionado su enfoque creativo para la alta relojería. Los aspectos técnicos y estéticos se complementan entre sí, dando lugar a creaciones audaces. Las creaciones de Greubel Forsey han sido galardonadas con numerosos premios y se presentan en el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH) en Ginebra, que reúne a algunas de las marcas de relojería más prestigiosas. Robert Greubel y Stephen Forsey crean pocas piezas cada año, esto es un reflejo de la calidad de su mano de obra y la atención al detalle.
Fotos: Marlene Lang
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